2024-08-15 HaiPress
Margules busca revolucionar el audio de alta fidelidad. Para ello,propone una nueva filosofía,llamada ANA,alineación neuroacústica que,de acuerdo con su impulsor,Julián Margules,perteneciente a la tercera generación de la empresa,implica todo un cambio en el diseño y los métodos de evaluación de los equipos de audio.
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Escuchar música en Margules es algo excepcional. No se parece a nada que hayas escuchado antes. Para quienes crecimos escuchando y estamos habituados a los equipos de audio comercial,desde el primer sonido es una experiencia distinta. Cada uno de los instrumentos se escucha con una nitidez que nunca había oído: sin importar el género,parece una orquesta,por la desagregación de sus secciones.
Nunca antes había percibido el sonido como tal: desde el origen. Gracias a la imagen estereofónica,la fuente se percibe de manera distinta: las guitarras se escuchan de algún lado; la batería,por otro,y la voz,de uno distinto. Las bocinas desaparecen y,al cerrar los ojos,para enfocarse por completo en el sentido del oído.
A propósito de esto,al escuchar un Margules también se produce una sinestesia,ya que no se estimula un solo sentido,sino que confluyen múltiples —no sólo el oído—,por el efecto sonoro de los equipos.
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Margules,un estudio centenario mexicano,quiere revolucionar el mundo del audio con una nueva tecnología: ANA,las siglas de alineación neuroacústica,la cual brinda un sonido más realista al privilegiar la nota armónica sobre la fundamental,lo que hace que el oyente conecte de mejor manera con los sentimientos que transmite la música.
ANA es el fruto de muchos años de reflexión e implica un cambio en la forma en que se han fabricado los equipos de audio hasta ahora,contó Julián Margules,su ideólogo y actual director de la empresa,en entrevista con DPL News.
Julián Margules,director general de Margules Group,en el showroom de la empresa. Foto: DPL News.
ANA es una nueva metodología tanto de diseño como de evaluación.
“Es una propuesta que tiene implicaciones tecnológicas importantes: cambiar todos los procesos de medición,todos los objetivos y todas las técnicas del diseño”,señala el directivo.
Por ello,es un parteaguas —como lo define Margules—,ya que todo lo que tenemos hasta ahora,viene de los años treinta y cuarenta “y no se ha cambiado nada”. Uno de los mayores cambios que identifica es el de los métodos actuales de medición y evaluación de la ‘fidelidad’ del sonido: “Para poder evaluar algo tienes que medirlo. El estado del arte en el tema de ingeniería es algo muy deseado y el audio de alta gama es estado del arte porque tiene que ver con la parte perceptiva nada más”,explica.
Por ello,Margules considera necesario desarrollar procesos de medición que correspondan en la parte cuantitativa y la parte subjetiva. Contrario al estado actual,ANA privilegia los armónicos sobre la nota o el tono fundamental: “los armónicos son lo que acompaña,digamos,en la nota,el tono fundamental y le dan la tonalidad”,explica.
Y,en aras de crear un sonido envolvente,atractivo,que enganche,ANA también le da prevalencia a los sonidos más cercanos,en una apelación al más primigenio instinto de supervivencia: “Tu cerebro —para poder sobrevivir,los animales,no solamente nosotros,todos los animales— pone la atención a los medios cercanos. los sonidos que te digo cercanos son los que te van a afectar de forma inmediata”,detalla.
“Para poder crear un enlace entre el músico y el escucha se necesita tener una percepción cercana. Todo lo que tú quieres es tener esa sensación de percepción para que tu cerebro genere un enlace”,me dijo Julián Margules.
“El principio rector de ANA es crear tecnología que pueda producir un sonido orgánico,realista,dinámico y natural que genere un vínculo entre la fuente del sonido y el oyente”,consta en el ensayo Base teórica de ANA,escrito por Julián Margules,y que próximamente presentará en mercados musicales anglófonos,como Estados Unidos y el Reino Unido.
Mientras que otra de las diferencias fundamentales respecto a los aparatos fundamentales es el uso de técnicas de corrección,‘que en ANA no las permite’. “Ya no puede usar esta técnica,que es la que se usa normalmente para tener muy buena medición sobre los tonos fundamentales”.
Julián Margules habla con conocimiento de causa: Margules es una empresa centenaria. Su historia comenzó en 1925,cuando su abuelo,Jacobo Margules,cruzó el charco desde su natal Polonia,para trabajar en el Plan Nacional de Electrificación de Plutarco Elías Calles.
Al igual que los conquistadores,desembarcó en el puerto de Veracruz y posteriormente se trasladó a la Ciudad de México,donde comenzó a forjar su tradición. Sin embargo,no comenzó como es ahora,sino con la parte eléctrica.
Jacobo Margules,rememora su nieto,incursionó en la publicidad e,incluso en el cine,cuando aún no estaba tan extendido en México: “Tenían camiones con plantas y con proyector de 16 milímetros. A la gente que no tenía acceso al cine ni a la televisión les pasaban películas”,recuenta,y detalla que también le tocó vivir la guerra entre Bimbo,Coca-Cola y Pepsi por ‘ver quién tenía el mejor camión’.
Posteriormente,su padre se fue hacia el audio comercial y,cuando Julián tomó las riendas de la empresa,en los albores de la década de los noventa,viró hacia el audio de alto desempeño.
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“A final de cuentas,cada uno de nosotros le va dando a su proyecto una característica personal,y a mí me gusta mucho la música y el tema de alto desempeño”,señala.
La principal diferencia de Margules frente los grandes corporativos,cuenta Julián,son los objetivos de diseño y es que ellos tienen objetivos muy claros: “Cada vez que hacen un proyecto,los objetivos que se plantean los cumplen,pero no están alineados en los mismos que lo que vendría a ser los equipos de alta gama,de alto desempeño”.
“Me gustan las cosas muy bien hechas,el audio me gusta oírlo bien y me gusta vivir,que me llene”,enfatiza Margules,desde su oficina,que está en el mismo espacio que su showroom y su fábrica,donde todos los trabajadores ensamblan desde los circuitos hasta los amplificadores.
“Nuestros métodos son artesanales,aunque tenemos procesos de calidad muy importantes,los cuales empiezan desde la parte de la proveeduría: tenemos control de proveedores”,explica. El gerente comercial de Margules,Erick Rosas,me dijo que antes fabricaban sus altavoces con cedro,pero cambiaron de material porque no pudieron certificar el origen de la madera.
“Son productos de producciones pequeñitas: sí se evalúa cada uno de ellos y buscamos tener la mejor calidad en el desempeño. Además de la tecnología,parte de la propuesta es que buscamos que también se alinee la parte de estética y perceptiva visual con la parte auditiva: son componentes muy orgánicos,muy naturales,que cuando los ves te gustan,te llaman la atención y los puedes poner fácilmente en tu casa sin que brinquen”.
“El producto está desarrollado y diseñado para que conviva contigo en un espacio muy íntimo y personal,y también en la parte estética trabajamos con grandes diseñadores en el país”,me contó Julián.
En este sentido,Margules también va a contracorriente de una tendencia imperante en la actualidad: la obsolescencia programada.
En estas décadas que ha estado al frente de la empresa,Julián Margules ha atestiguado cambios tecnológicos significativos en la industria: “Costaba mucho trabajo por el acceso a la información: cuando llega el Internet y se abre el mercado mexicano al mundo,todo cambió.
“La mayoría de las empresas mexicanas quiebran porque no tienen la tecnología para competir con las externas; para nosotros,fue todo lo contrario: fue la bendición porque nos permitió tener acceso al mercado mundial,no por venderle,sino para poder obtener componentes que pudieran cumplir con nuestras necesidades”,explica.
Además,Margules no sólo desarrolla equipos,sino también ambientes sonoros,donde aplica esos mismos principios a las salas de escucha ubicadas en bares o restaurantes en función de sus necesidades y deseos.
Y finalmente reflexiona sobre el traslape de las tecnologías: “el análogo quiere decir que es continuo,el digital está dividido en cachitos en dígitos,dos dígitos,0 y 1,que te forman números que los almacenas como tales,y esto básicamente se usa para guardar información o transmitirla,pero cuando hablas de amplificación básicamente es analógica”.
Margules concluye que ANA es un nuevo concepto relacionado con cómo percibimos los sonidos,por qué se producen ciertos efectos y va totalmente en discordancia la parte perceptiva con la parte cuantitativa,por lo que “es una propuesta que tiene que ver con nuevos métodos de evaluación”.
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